Sentencia Ley de Segunda Oportunidad en la Coruña

Una historia real: cuando la vida se complica

María (nombre ficticio para preservar su intimidad) es una vecina de A Coruña que, como tantas otras personas, vio cómo sus sueños y estabilidad se desmoronaban por una cadena de infortunios. Tras años de esfuerzo, pequeños trabajos y la esperanza de salir adelante, las deudas comenzaron a crecer.

Préstamos para cubrir gastos básicos, facturas atrasadas y la presión constante de los acreedores terminaron por asfixiar su economía y su ánimo. Sin bienes ni ingresos suficientes, y con la angustia de no poder ofrecer un futuro digno a su familia, María decidió dar el paso más difícil: pedir ayuda y acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad con Reclamaciones Zero.

¿Qué revisó el juez?

El Juzgado de lo Mercantil nº 1 de A Coruña analizó el caso de María y comprobó que:

1. 1. No disponía de bienes ni derechos embargables.
   2. La venta de sus pertenencias no cubriría ni siquiera los costes del procedimiento.
   3. Ningún acreedor solicitó el nombramiento de administrador concursal ni presentó alegaciones.
   4. María actuó siempre de buena fe, sin ocultar información ni incurrir en conductas que impidieran la exoneración.

La decisión del juzgado

El juez dictó auto de conclusión del concurso por insuficiencia de masa activa y concedió a María la exoneración definitiva de todas sus deudas exonerables. Esto significa que todas las deudas anteriores a la resolución, salvo las excepciones legales (como ciertos créditos públicos), quedan canceladas y los acreedores no podrán volver a reclamarlas ni incluir a María en ficheros de morosos.

¿Qué implica esta resolución para la deudora?

• María podrá empezar de cero, sin la losa de las deudas que la perseguían.
• Los acreedores deben comunicar la exoneración a los sistemas de información crediticia para limpiar su historial.
• La exoneración es definitiva, salvo que se descubra ocultación de bienes o una mejora económica extraordinaria en los próximos tres años.

CONCLUSIÓN